¿Te casarías con un vestido de novia de color rosa?

La Reina Victoria de Inglaterra es la culpable de que desde 1850 la mayoría de las mujeres escojan el color blanco para dar el sí quiero el día de su boda. Antes de que ella creara esta tendencia las novias podían elegir y elegían libremente entre toda la gama cromática el vestido para su boda, evitando eso sí el color negro por su asociación al luto y el rojo por sus connotaciones de provocación y sexualidad.

Pero desde que la Reina Victoria acudiera a su boda con un fastuoso vestido de encaje blanco han sido muchas las que han querido apostar por este color, símbolo de inocencia y de pureza, para pasar por el altar. Blanco roto, blanco hueso, marfil, las variaciones siempre han sido mínimas durante décadas, aunque todo apunta a que esta tendencia está a punto de notar algunos cambios.

Y es que durante los últimos años han sido varios los casos de actrices y celebrities, como Jessica Biel, Anne Hathaway o Kaley Cuoco, que han decidido dejar atrás las convenciones y han optado por dar un toque dulce a sus looks de novia eligiendo el color rosa como absoluto protagonista.

Aunque el tono rosa candy pueda parecer excesivamente atrevido también hay opciones mucho más sutiles y elegantes como el rosa palo que nos permiten dar un toque atrevido a vestidos de corte clásico sin caer en el exceso.

La prueba más fehaciente de que esta tendencia ha venido para quedarse la tenemos en el número creciente de diseñadores de prestigio dentro de la industria de la moda nupcial que la han incorporado a sus colecciones tanto para 2014 como para 2015, como es el caso de Elie Saab, Rosa Clará o Hannibal Laguna.

Está claro que el rosa no es un color apto para todas las novias ni para todos los tipos de ceremonia, pero es una opción a tener en cuenta para aquellas chicas que no tengan miedo de llevar un look diferente en su gran día y para las que busquen una imagen muy dulce y divertida al mismo tiempo.

¿Y tú? ¿Te atreverías con un vestido de novia rosa el día de tu boda?