Tendencias complicadas: riñoneras, ¿sí o no?

El revival continuo en el que vivimos desde hace varias temporadas ha hecho que acabemos rescatando tendencias. La tendencia que toca rescatar es de los ochenta y noventa que jamás imaginaríamos que volveríamos a llevar. Estas tendencias son las chaquetas con hombreras, los coleteros y diademas al más puro estilo de las chicas de Salvados por la campana o incluso las sandalias con calcetines.

Y precisamente una de las más polémicas de estas tendencias, que suma tantos adeptos como detractores, es la que propone. El regreso del que posiblemente sea uno de los accesorios más difíciles de encajar de la historia de la moda: la riñonera.

Hablamos de una tendencia que regresa desde hace más de dos décadas, pero lo cierto es que ni siquiera por aquellos entonces teníamos claro su estatus de accesorio trendy. En muchas ocasiones nos referíamos a la riñonera como uno de los elementos de tintes cómicos que diferenciaban al turista o al dominguero de turno.

Es probable que incluso ya por aquella época fueses de los que juraste y perjuraste que jamás te verían con un bolsito atado a la cintura. Pero desde hace varias temporadas, debido quizá a una crisis creativa, se cumple sobre las pasarelas una y otra vez esa máxima de que en la moda tarde o temprano todo vuelve y este otoño nos toca volver a plantearnos el dilema una vez más.

¿Es posible el regreso de la riñonera?

Louis Vuitton y Diane Von Furstenberg fueron algunos de los primeros diseñadores, allá por el 2010 y 2011, que trataron de convencernos de que volver a las riñoneras podía ser muy trendy. Pero parece ser que la propuesta no acabó de cuajar del todo. La aparición en escena de la versión deluxe de la colección de Chanel Alta Costura y la consolidación del estilo sporty chic han sido los principales responsables de que muchas blogueras de moda y otras tantas it girls decidieran lanzarse a la piscina con esta tendencia tan difícil de digerir.

De cara a este otoño tanto Alexander Wang como Missoni vuelven a insistirnos con diseños cada vez más refinados, tentadores y urbanitas a los que tampoco podemos negarles la ventaja de la comodidad frente a los bolsos más convencionales.

¿Qué te parece a ti esta tendencia? ¿La incorporarías a tus looks esta temporada o crees que jamás debió salir del baúl de los recuerdos?