Descubre todo lo que no sabías sobre la eliminación de tatuajes

A lo largo de la historia, el ser humano siempre ha necesitado expresarse a nivel artístico. De las paredes rupestres a los lienzos pasando también por grabarnos tatuajes en la piel. Probablemente pienses que se trate de una tendencia reciente pero lo cierto es que es una costumbre milenaria practicada por numerosas culturas. Hay infinitas teorías sobre sus inicios y una de las más populares se sitúa en China, en el siglo VIII. Allí se castigaba e identificaba a los criminales marcando su piel con tinta permanente. De ahí la mala prensa que en ocasiones han tenido en el mundo occidental. Y aunque esa concepción negativa está más que superada existe un factor clave en el proceso de tatuarse: el cambio de opinión o arrepentimiento. Es muy común cambiar de idea o de estilo y querer desprenderse de un diseño que nos hicimos años atrás. Y para eso, no hay mejor aliado que la eliminación de tatuajes. 

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Eliminación de tatuajes con láser

Es importante tener claro que deben pasar al menos de 3 a 6 meses desde que se ha hecho el tatuaje para empezar a eliminarlo. De lo contrario, la piel puede verse muy dañada.

Cómo eliminar tatuajes de forma natural 

Para intentar cumplir las expectativas de personas algo más aprensivas, son muchos los remedios naturales que surgen para eliminar tatuajes. Y lo primero que debemos a hacer al respecto es ser rigurosos y confirmar primero con un profesional la viabilidad de los mismos.

Nos referimos a opciones como el uso del limón o cremas tópicas a base de ácido tricloroacético o hidroquinona. Estas vías, sin fundamento científico alguno, han sido descartadas por dermatólogos y pueden generar cicatrices, dermatitis o decoloración.

Lo más óptimo pasa por consultar con un dermatólogo experto en eliminación de tatuajes que pueda hacer un diagnóstico previo para evaluar el tipo de piel, cómo es su estado actual y qué resultados pueden conseguirse con los diferentes tipos de tratamiento con láser.

Cuidados para la eliminación de tatuajes

La piel no solo debe tratarse de manera posterior a la sesión, también debemos seguir un protocolo anterior. Este pasa por no tomar el sol de forma directa así como no dar sesiones de rayos UVA en los 10 días previos a cualquier sesión. Tampoco se recomienda aplicar loción bronceadora (que no protector solar) porque puede contener toxinas que dificulten el éxito del tratamiento.

Después de cada sesión, la zona en cuestión puede llegar a inflamarse y presentar aspecto enrojecido. Al menos durante las primeras horas, alcanza también una temperatura más elevada, como si tuviéramos una quemadura.

Por eso es vital tratar y limpiar bien la zona, así como nutrirla e hidratarla. ¿Cómo? Lo más adecuado es lavar con un jabón de ph neutro, secar sin arrastrar, dando toquecitos suaves en la piel e hidratar durante el tiempo que estime el profesional que trate nuestro caso.