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Slackline, qué es y cómo practicarlo
Desde el principio de los tiempos, al ser humano siempre le ha motivado el desafiar las normas de la gravedad y conocer los beneficios de mejorar nuestro equilibrio. Con esto en mente, a principios de los años 80, una pareja de escaladores del Valle de Yosemite empezó a experimentar y a caminar por las cadenas que estaban en la zona del parking, como mero entretenimiento. Y así surgió una práctica como la del slackline que rápidamente adquirió fama mundial.
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Índice
Slackline, ¿qué es?
Se trata de un deporte de equilibrio en el que se utiliza una cinta de nylon o poliéster, que se conoce como “línea” y que está sujeta entre dos puntos fijos, por lo general, árboles.
Tipos de slackline
El slackline es una práctica deportiva de lo más inclusiva. Y como tal, se aceptan diferentes modalidades, con ligeras variaciones:
- Longline: como su propio nombre indica, la diferencia aquí radica en la longitud de las cintas, a partir de 30 metros de longitud y con una anchura de sólo 2,5 centímetros. Esta longitud implica también que exista un balanceo mucho mayor y por tanto una concentración aún más alta. Aunque el objetivo sigue siendo pasar de un lado al otro aquí también se pueden practicar varias posturas de equilibrio.
- Waterline: en este caso, la línea se sitúa sobre el agua y la anchura puede ser de 2,5 ó 5 centímetros, dependiendo de si queremos andar sobre ella o además, dar saltos y acrobacias. Es una de las modalidades más complicadas porque por el movimiento del mar puede parecer que la línea también se desplaza.
- Trickline: sin duda, la variedad más extendida y practicada. La línea tiene una anchura de 5 centímetros, se coloca a unos 1,20 metros de altura y a una distancia de entre 15 y 20 metros. La cinta se tensa a su máxima capacidad para que los slackliners puedan realizar sus saltos.
- Rodeoline: es una de las versiones más complicadas ya que se coloca una línea con una tensión bastante inferior al resto, de hecho está en forma de U. Y lo que se busca aquí es balancearnos como si estuviéramos en un columpio.
- Highline: se trata de la modalidad más extrema. Las cintas están a partir de los 20 metros de altura y se utiliza incluso material de seguridad como arnés y leash, que se enganchan a la cinta. Esta variedad exige un conocimiento previo del deporte e incluso es posible ver a los slackliners más veteranos practicarla sin ningún tipo de seguridad.
- Yoga slackline: lo que verás aquí es la fusión de dos prácticas deportivas que exigen un equilibrio superlativo. Y es que en la cinta se realizan asanas y figuras que provienen del yoga.
Cómo hacer slackline
Lo mejor del slackline es que para practicarlo no necesitas un local cerrado con unas dimensiones específicas. ¡Un parque con árboles será más que suficiente para desplegar tu creatividad y equilibrio!
Lo importante es seleccionar una zona con suelo plano y recubierta de césped o arena para amortiguar las caídas. Si eres principiante, la altura ideal será unos 50 centímetros y la longitud estará entre los 5 y 9 metros. Es importante no pasarnos de aquí porque cuanto más larga sea más inestabilidad habrá en el punto medio.
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