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¿Sabes qué es la fotoprotección y para qué sirve?
Seguro que ya sabes que la piel es el órgano más amplio del cuerpo humano. Y como tal, es necesario protegerla de cualquier agresión externa. Sin lugar a dudas, la exposición solar es uno de los factores de riesgo a los que se enfrenta la salud de nuestra piel. Y el mejor remedio para prevenir este daño solar del que te hablamos es tan sencillo como aplicar a fotoprotección todos los días del año. Sí, has leído bien. No solo en verano o cuando estés disfrutando de un día soleado. A continuación, te explicamos el por qué.
Y para continuar protegiéndote, no te pierdes este artículo en el que te hablamos de protectores solares para el pelo.
Índice
¿Qué es un fotoprotector?
El fotoprotector, al que también se le conoce como protector o bloqueador solar, es un producto cosmético diseñado para proteger la piel de los efectos nocivos de la radiación ultravioleta del sol. Para conseguirlo, en su formulación se incluyen ingredientes que previenen las quemaduras solares, el enrojecimiento de la piel, las manchas y todo tipo de daño solar. Dentro de esos ingredientes, se incluyen filtros físicos, como el dióxido de titanio y el óxido de zinc, que reflejan la luz solar, y filtros químicos, que absorben los rayos UV. La capa que aplicamos sobre la piel refleja y absorbe la radiación UV.
En cuanto a la aplicación se recomienda hacerlo unos 15-30 minutos antes de la exposición solar y volver a usar cada dos horas ya que la transpiración puede disminuir su efectividad.
¿Para qué sirve un fotoprotector?
De forma general, su principal función es la de proteger la piel de los efectos nocivos de la radiación ultravioleta que emite el sol. Entre sus principales beneficios podemos destacar:
- Prevención de manchas cutáneas: esta radiación puede generar una producción excesiva de melanina, que a su vez crea manchas e hiperpigmentación en la piel en ocasiones en lugares más visibles provocando melasma o manchas en el bigote. Y lo que hace el protector solar es prevenir la aparición o reducir las que ya estén presentes.
- Ayudar a mantener la salud de la piel: evitando los daños del sol podemos obtener una piel más hidratada y equilibrada.
- Protección frente a quemaduras solares: que pueden causar dolor, enrojecimiento, descamación e incluso ampollas en la piel.
- Reduce la posibilidad de sufrir un cáncer de piel.
- Prevención del envejecimiento prematuro de la piel: evitando arrugas, manchas oscuras y flacidez.
Tipos de radiaciones solares
¿Cuándo vas a comprar un protector solar te haces un lío con las diferentes radiaciones solares contra las que debes luchar? ¡Despejamos todas tus dudas!
Se dividen de varias formas. La primera según la forma en la que llega a nuestro planeta:
- Radiación solar directa: traspasa la atmósfera y alcanza la superficie de la Tierra sin modificación en la trayectoria.
- Radiación solar difusa: es una fracción que se refleja en la superficie terrestre y se conoce como efecto albedo.
Según cómo sean los rayos:
- Rayos infrarrojos: tienen mayor longitud de onda que la luz visible, emiten calor y cualquier cuerpo cuya temperatura sea mayor a 0º Kelvin los desprende.
- Rayos visibles (VI): Emiten luz y son aquellos que el ojo humano percibe en forma de colores.
- Rayos ultravioleta (UV): invisibles al ojo humano, inciden más gravemente sobre la piel (quemaduras, manchas, arrugas). Se dividen en tres subcategorías:
- UVA: Son aquellos que atraviesan con facilidad la atmósfera, alcanzando mayoritariamente la superficie terrestre.
- UVB:. Tienen mayores dificultades para traspasar la atmósfera. Aun así, llegan a la superficie terrestre y son los que pueden producir daños más graves en la piel.
- UVC: Este tipo de rayos no consiguen atravesar la atmósfera, ya que son absorbidos por la capa de ozono.
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