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Beneficios de los baños de hielo
En el mundo del bienestar, hay una práctica que gana día a día más notoriedad y adeptos: los baños de hielo. Hoy te contamos exactamente qué es y todo lo que pueden hacer por ti.
Además, para seguir cuidándote y encontrar el equilibrio en tu día a día, te recomendamos este otro artículo sobre cómo practicar la meditación activa mientras te mueves.
¿Qué son los baños de hielo?
Los baños de hielo, conocidos también como inmersiones en agua fría o crioterapia de agua fría, son una práctica en la que una persona se sumerge en agua extremadamente fría durante un corto período de tiempo, de 10 segundos a varios minutos. El agua que se usa puede estar a temperaturas cercanas al punto de congelación, alrededor de 0 a 12 grados Celsius.
Esta técnica está cada vez más extendida, aunque se asocia principalmente con el deporte. Y el objetivo de su uso es contraer los vasos sanguíneos a través del frío y reducir la inflamación al disminuir el flujo sanguíneo hacia las áreas afectadas.
De cara a introducirnos en esta práctica, es importante saber que pueden ser algo duros de ejecutar y que siempre debemos tener la máxima información posible para evitar riesgos. Por ejemplo, la exposición prolongada a temperaturas extremadamente frías puede causar hipotermia o daño a los tejidos y por ello se recomienda no practicarlos sin supervisión.
Ventajas de los baños helados
Las tendencias enfocadas al wellness son muchas y muy variadas. Y la de los baños de hielo ha ganado cada vez más popularidad, sobre todo en el ámbito deportivo, muy enfocado a la recuperación física tras el ejercicio. Sus beneficios son también muy diversos pero sí que es cierto que dependen mucho de las condiciones de cada persona y a día de hoy todavía no existe una evidencia científica clara que los respalde. Las ventajas más repetidas por norma general son:
- La reducción de la inflamación: uno de los grandes problemas del mundo sedentario en el que vivimos es la inflamación. Y esta exposición al frío extremo se entiende que puede reducirla, al contraer los vasos sanguíneos y disminuir el flujo sanguíneo hacia las áreas afectadas.
- El alivio de diferentes dolores: sobre todo a nivel muscular y articular, para personas que sufran artritis o lesiones deportivas.
- Una mayor energía y una mejora del estado de ánimo: la exposición al frío extremo puede aumentar, de forma temporal la producción de ciertas hormonas, como la noradrenalina, que pueden mejorar el estado de ánimo y la sensación de energía.
- Una mejor circulación sanguínea: este frío puede provocar una respuesta del sistema nervioso que aumenta la circulación sanguínea en todo el cuerpo, lo que podría tener efectos positivos en la salud cardiovascular.
- Recuperación muscular más óptima: el uso de estos baños de hielo está muy extendido entre los atletas, como parte de su rutina de recuperación para ayudar a reducir el tiempo necesario para recuperarse después de un entrenamiento o competición intensos.
- Menor posibilidad de sufrir estrés: los baños de hielo también se utilizan como una forma de entrenamiento para aumentar la tolerancia al estrés y mejorar la adaptación del cuerpo a condiciones extremas.
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