Cómo escoger la mejor crema antiarrugas

La oferta cosmética actual es tan amplia que puede llegar a resultar abrumadora. Por eso desde Primeriti queremos ayudarte no solo a elegir la crema antiarrugas que mejor se adapte a las necesidades de tu piel. También vamos a enseñarte en qué paso exacto de la rutina cutánea de día y de noche debes aplicarla.

Factores clave para elegir la crema antiarrugas ideal

Si tienes dudas a la hora de seleccionar la crema antiarrugas que mejor se adapta a tus necesidades, debes tomar nota a aspectos como: 

1. Tu tipo de piel: 

• Si es seca, elige cremas con ingredientes como el ácido hialurónico, ceramidas, o manteca de karité.
• Si es grasa, elige texturas ligeras o en gel con ingredientes no comedogénicos.
• Si es mixta, te corresponde una crema equilibrada que hidrate sin dejar sensación grasa.

2. Los problemas cutáneos que experimentes: 

• Si tienes manchas, opta por ingredientes como la vitamina c. 
• Para las primeras líneas de expresión, elige el retinol o los péptidos.
• Si te preocupa la flacidez, elige cremas con colágeno o elastina. 

3. Tu franja de edad: entre los 20 y los 30 años puedes prevenir con antioxidantes e hidratantes básicos y de los 40 en adelante, elige fórmulas más completas que incluyan retinol, péptidos y agentes reafirmantes.

Ingredientes que marcan la diferencia en una crema antiarrugas

Los ingredientes que mejor actúan sobre los primeros signos del envejecimiento, como las arrugas, la flacidez o las manchas son: 

• Retinoides: estimulan la producción de colágeno, aceleran la renovación celular y suavizan las líneas finas. Eso sí, es imprescindible utilizar protección solar cada día para evitar manchas y seguir un proceso de “retinización” de la piel hasta acostumbrarla a este nuevo activo. 
• Ácido hialurónico: hidrata en profundidad, rellena las arrugas, mejora la elasticidad de la piel y es apta para todo tipo de pieles. 
• Péptidos: estimulan la síntesis de colágeno y elastina, ayudando a reafirmar la piel y reducir la flacidez.
• Antioxidantes como la vitamina C y E: protegen contra el daño de los radicales libres, mejoran la luminosidad y unifican el tono.
• Niacimamida: mejora la barrera cutánea, reduce la inflamación, minimiza líneas finas y mejora la textura de la piel.

Cómo incluir estas cremas en tu rutina diaria

Lo más importante para incluir de forma correcta estas cremas en tu rutina facial es tener claro el paso a paso correcto de cada producto.

En el caso de la rutina de mañana, se empieza lavando el rostro con un limpiador suave que elimine impurezas y prepare la piel para aplicar los siguientes productos, se continúa con el tónico, que ayuda a equilibrar el pH de la piel y con un sérum con vitamina C o niacinamida que proteja la piel de los radicales libres a lo largo del día. En el siguiente paso es en el que toca aplicar la crema antiarrugas de día con movimientos ascendentes y sin olvidar el cuello y escote. Y como último paso matutino, no olvides aplicar protector solar de amplio espectro para evitar la aparición de manchas.  

Por otro lado, la rutina de noche se compone de una doble limpieza, el primer paso con un desmaquillante o limpiador en aceite para retirar maquillaje y protector solar y el segundo con el mismo limpiador suave que uses por la mañana. Tras el tónico, el contorno de ojos y el sérum, es el momento de aplicar la crema antiarrugas de noche, con una textura más densa que la de día y con ingredientes reparadores como el retinol o los péptidos.