Kéfir: qué es y beneficios

Seguro que ya has oído hablar alguna vez del kéfir pero, ¿conoces los superpoderes de esta bebida? ¡Cuando la descubras va a transformar tu alimentación! Y lo mismo ocurre con los brotes de soja, ¡una joya de la cultura asiática! 

Qué es el kéfir

El kéfir es una bebida fermentada de origen antiguo que se obtiene a partir de la fermentación de leche o agua con granos de kéfir. Los granos de kéfir son una combinación de bacterias y levaduras vivas que forman una especie de colonia gelatinosa.

La fermentación del kéfir convierte los azúcares presentes en la leche o agua en ácido láctico, alcohol y dióxido de carbono, lo que le da su característico sabor y efervescencia. Además, durante el proceso de fermentación, se generan una gran cantidad de probióticos, que son bacterias beneficiosas para la salud intestinal. Es conocido por tener propiedades probióticas y se considera una fuente de nutrientes como proteínas, vitaminas B y minerales como el calcio y el magnesio. 

Se puede encontrar en diferentes variedades, como el de leche, el de agua y el de coco, entre otros. Se puede consumir directamente como una bebida refrescante o se puede utilizar como ingrediente en batidos, salsas o productos horneados.

Beneficios del kéfir 

Por su alto contenido de probióticos y nutrientes cuenta con múltiples beneficios como:

• Mejora de la salud intestinal
• Refuerzo del sistema inmunológico
• Digestión mejorada
• Aumento de la absorción de nutrientes
• Potencial antiinflamatorio
• Mejora de la salud ósea
• Posible efecto anticancerígeno

¿Cómo preparar Kéfir?

Para preparar kéfir los pasos que hay que seguir son:

• Obtener los granos de kéfir: estos son imprescindibles para iniciar la fermentación. Intenta conseguir granos de kéfir frescos y activos para obtener mejores resultados.
• Preparar los ingredientes: necesitarás leche fresca, preferiblemente entera. Puedes utilizar leche de vaca, cabra o incluso leche no láctea, como la leche de coco. 
• Colocar los granos en un frasco de vidrio: la cantidad puede variar según la cantidad de leche que vayas a utilizar, pero generalmente se recomienda utilizar alrededor de 1-2 cucharadas de granos por cada 500 ml de leche.
• Agrega la leche: en el frasco de vidrio sobre los granos. Asegúrate de dejar algo de espacio en la parte superior del frasco para permitir la fermentación y evitar que se desborde.
• Cubre el frasco: con una gasa o un paño transpirable sobre la abertura del frasco y sujétalo con una banda elástica. 
• Deja fermentar: a temperatura ambiente durante 24-48 horas. 
• Filtra y retira los granos de kéfir: puedes usar un colador de plástico o acero inoxidable para separar los granos del kéfir fermentado.
• Almacenamiento y consumo: Transfiérelo a un recipiente de vidrio y guárdalo en la nevera. Esto ralentizará la fermentación y te permitirá disfrutar de tu bebida fría

¿Cuántos tipos existen?

Existen diferentes tipos de kéfir, que se diferencian por los ingredientes utilizados en el proceso de fermentación. Los dos tipos más comunes son: 

• Kéfir de leche: el más tradicional, se elabora fermentando leche con los granos de kéfir. Los granos se alimentan de los azúcares presentes en la leche y producen una bebida ligeramente ácida y cremosa. Se puede hacer con diferentes tipos de leche, como leche de vaca, leche de cabra o incluso leche no láctea, como la leche de coco.
• Kéfir de agua: se elabora fermentando agua azucarada con los granos de kéfir de agua. A diferencia de leche, no se utiliza ningún producto lácteo en su preparación. Los granos  se alimentan del azúcar presente en el agua y producen una bebida efervescente y ligeramente dulce. Se puede saborizar añadiendo frutas, jugos o hierbas durante el proceso de fermentación secundaria.