Defensas: cómo subirlas

Después del subidón de energía que nos proporciona el verano y el buen tiempo, la temporada otoño/invierno suele ser la época del año en la que nuestra salud se resiente. Empezamos a estar más cansados y las gripes y los resfriados se convierten en la norma. Y la principal responsable suele ser la bajada de las defensas. Por eso queremos ayudarte a comprender exactamente en qué consisten y la importancia de mantenerlas lo más elevadas posibles con los alimentos más adecuados.

Además, si quieres sacar un sobresaliente en cuestiones de salud, tenemos también una guía sobre la vitamina B12, en qué consiste y cuáles son los alimentos en los que está presente.

Qué son las defensas

Nuestro sistema inmunológico es el responsable de protegernos frente a bacterias, virus, hongos o parásitos que puedan provocarnos infecciones o enfermedades. Y está formado por unas defensas naturales que produce el cuerpo y que es importante mantener dentro de unos niveles altos para estar sanos.

Principales síntomas y consecuencias

Cada vez que nuestras defensas estén bajas, nuestro cuerpo va a hacernos una serie de avisos que se manifiestan en síntomas como: 

• Cansancio prolongado en el tiempo: si sientes cansancio nada más comenzar el día o tras realizar esfuerzos mínimos es probable que tus defensas no se encuentren en su mejor momento.
• Caída del cabello. 
• Herpes y heridas labiales
• Manchas y debilitamiento de las uñas. 
• Problemas para la cicatrización de las heridas
• Debilidad y dolor muscular
• Infecciones y resfriados con demasiada frecuencia
• Mareos o sangrado de la nariz

Si te encuentras en esta situación, la manera de revertirla pasa por hacer un análisis de tus hábitos. Proponerte como meta mejorar aspectos como la calidad del sueño o practicar más deporte a la semana pueden ser buenos puntos de inicio.

Alimentos para subir las defensas

Pero si hay un remedio verdaderamente efectivo y accesible para recargar nuestras pilas es cuidar la alimentación con una dieta variada y equilibrada. La clave está en consumir alimentos que nos ayuden a recuperar los nutrientes que tienen mayor impacto en el sistema inmune como son:

• El zinc es un mineral esencial para la regeneración de los tejidos musculares. Ayuda al sistema inmunitario a luchar contra las bacterias y los virus que lo atacan. Y está presente en carnes rojas, mariscos, cereales y frutos secos.
• La vitamina C, presente en cítricos y en verduras como el brócoli o el pimiento rojo.
• La vitamina A, que ayuda a la formación y al mantenimiento de dientes, tejidos blandos y óseos, membranas mucosas y piel sanos y está presente en alimentos de origen vegetal, en huevos y lácteos.
• La vitamina B6, presente en aves, pescados y patatas y que es clave para el desarrollo cerebral.

Y como recomendaciones generales, hay que intentar priorizar las proteínas magras y las frutas y verduras frescas, reducir el consumo de alcohol, grasas saturadas y el azúcar y recurrir a algún suplemento vitamínico.

En definitiva, cuidar de tu sistema inmune es prioritario para tener una vida sin sobresaltos en cuanto a la salud y disfrutar de una mayor calidad de vida.